“La tierra es un elemento muy propio para ocultar y manifestar las cosas que se le confían”.
Le Cosmopolite.
En un plano terrenal, todo está de cabeza. Hay un caos. Lo que solía ser ya no está; fue demolido. Quieres ver una luz, pero te das cuenta de que eres la luz misma, y sin embargo parece que no hay salvación en aquello de regresar al origen. Las memorias se hacen conscientes, pero la verdad ya no es precisa porque está desmoronada.
Se trata del stellium que desde principio de año se mueve por Capricornio. Hay, por lo menos, un aspecto fundamental de la vida de cada persona donde el flujo material que lo soporta se ha visto sacudido fuertemente. Un terremoto le ofrece una transformación definitiva a ese paisaje del alma, del trabajo o del corazón; ese territorio de amor, confianza o deterioro psíquico. Son tantas las posibilidades que solo puedo abordar unos pequeños ejemplos.
Capricornio es una tierra cardinal que quiere lo contrario de lo que le pide su naturaleza: la tierra quiere enraizarse, mantenerse, ser fertilizada. Pero Capricornio es la parte de la tierra que ya ha sido elevada lo suficiente, como la copa de un árbol preparada para beberse el agua directamente del cielo.
La ambición puede llevarnos a vivir situaciones de estrés profundo, dado que somos desafiados a llegar a la cima de una escarpada, pero para eso tenemos que superar varias pruebas de paciencia. Un problema radica en que algunos no cuentan con las herramientas suficientes para hacerlo, ya sean internas o externas.
Quienes hoy cuentan con las herramientas materiales pasa soportar la difícil situación que les plantea Capricornio van a superar la crisis muy bien; sin embargo, tendrán que trabajar en su ego y profundizar en sus debilidades emocionales.
Quienes no tienen las herramientas materiales, deberán ser sumamente creativos para transportar las semillas a tierras compartidas, que les ayuden a fertilizar el sueño que están creando. Aunque tendrán un periodo de prueba más difícil y alargado los frutos que obtengan serán doblemente poderosos.
Para que la tierra no sufra es importante regarle agua. Ese es el camino para quienes ven la manifestación de las cicatrices en sus propios cuerpos.